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Presentación


TRIACASTELA

“FINAL DE ETAPA DESDE EL CÓDICE CALIXTINO”

Triacastela es un municipio de aproximadamente 51 km² situado en la provincia de Lugo, comarca de Sarria y partido judicial de Becerreá. El término municipal está conformado por ocho parroquias: A Balsa, Cancelo, Lamas, Monte, Santalla, Toldaos, Triacastela y Vilavella, por las que se reparten una treintena de núcleos de población. Su relieve accidentado conforma un paisaje típico de montaña puesto que se sitúa geográficamente en las estribaciones de las Sierras Orientales gallegas. Dista 54 km de la capital provincial y es parada obligada del peregrino a Santiago ya desde el siglo XIII, tal y como relata el Códice Calixtino.

El propio topónimo, “Tria Castella”, parece aludir a tres castillos que hoy no se conservan, pero que sí aparecen grabados en la torre del campanario de la iglesia de Triacastela, aunque también pudiera referirse a tres castros: Triacastela, Lagares y San Adrián. Actualmente hay hallazgos muy importantes, en el yacimiento de COVA EIRÓS, que demuestran el poblamiento de la zona por Neardentales, lo cual significa que ya desde la Prehistoria estas tierras eran paso principal para las migraciones humanas.

La actual villa de Triacastela fue fundada por el rey Alfonso IX en el año 1228, con el nombre de Vilanova de Triacastela. Durante el siglo XIX sus tierras fueron escenarios de luchas contra las tropas napoleónicas y de enfrentamientos carlistas.

La existencia de TRIACASTELA está estrechamente ligada al CAMINO DE SANTIAGO: Para el peregrino que camina hacia Santiago de Compostela, alcanzar el primer pueblo del ayuntamiento de Triacastela, Biduedo, supone haber superado las mayores cotas de altitud en el Camino Francés a su paso por Galicia, todas ellas en el ayuntamiento de Pedrafita do Cebreiro, primero el alto de San Roque y luego el alto del Poio, que supera ampliamente los 1.300 metros de altitud. A continuación el Camino comienza a descender, primero lentamente y luego más rápidamente, hacia el pequeño valle donde se asienta la villa de Triacastela, pasando antes por Fillobal, As Pasantes y Ramil.

La sensación que experimenta el caminante cuando inicia este descenso, tiene que ser muy parecida a la que tuvo el rey Alfonso IX, cuando fundó Triacastela (año 1228): Un plácido valle situado entre montañas y rodeado por tres ríos que se unen formando un único cauce a la salida del pueblo de Triacastela, conocido como río Oribio o río Sarria, según el tramo en el que discurra. El valle de Triacastela ofrece descanso al peregrino, luego de atravesar el duro y a la vez maravilloso paisaje de las montañas del Cebreiro. Es sin duda esta bienaventurada localización la que hace de Triacastela final de etapa del peregrino ya desde la Edad Media, lo cual se recoge en el Códice Calixtino, la guía del peregrino medieval, que la identifica como final de la penúltima etapa del Camino, de las trece existentes desde los Pirineos. A partir de Triacastela el peregrino puede elegir dos variantes distintas para llegar a Sarria, por A Balsa y San Xil, o por Samos.

El peregrino, a su entrada por Biduedo, camina en las faldas del Monte Caldeirón, e inicia el descenso hacia Triacastela teniendo siempre de frente la imponente Sierra del Oribio, y en cuyas faldas nace el río Oribio como fruto de distintos manantiales y regatos, que se van juntando montaña abajo, siempre en dirección al pueblo de Triacastela. A medida que el caminante desciende, a su derecha puede contemplar como se alza majestuoso el Monte da Meda, que a su vez nace cuando terminan los Montes da Albela.

Y en medio de todos los montes que circundan el ayuntamiento, se encuentra la zona de montañas más bajas que albergan los castros que aún permanecen sin excavar (Triacastela, Santalla, Lagares y Cancelo), y que se cree son el origen del topónimo de Triacastela.

Muy cerca de la zona de los castros se encuentra uno de los pocos afloramientos de caliza que hay en Galicia, entre las parroquias de Vilavella y Cancelo, en el que era tradición jacobea que los peregrinos recogiesen una piedra y la llevasen hasta los hornos de cal situados en Castañeda (Arzúa), donde se fabricaba la cal que luego se utilizaba para la construcción de la catedral de Santiago. Y, aún más, en la vertiente norte de este macizo se sitúa COVA EIRÓS, yacimiento arqueológico que aporta datos fundamentales para entender la vida en el Paleolítico en todo el noroeste peninsular, ya que aquí se han descubierto las primeras pinturas rupestres de Galicia, y miles de piezas y restos óseos que aseguran que Cova Eirós estuvo habitado tanto por Neardentales como por Sapiens.

Actualmente, la economía de este término municipal gira en torno a todo lo relacionado con el Camino de Santiago, y por supuesto, a la Ganadería, principalmente de vacuno de carne, y en menor medida de vacuno lechero. El paisaje actual de prados y pastizales, que el caminante puede contemplar, no podría mantenerse si no fuera por la presencia constante del ganado en este territorio.

TRIACASTELA, PASO OBLIGADO EN LA PEREGRINACIÓN A SANTIAGO

El origen de la villa de Triacastela está estrechamente ligado a la secular peregrinación a Santiago, es decir, nació en el propio Camino, y como tal posee una estructura urbanística longitudinal en torno al mismo, en lo que en la actualidad son una serie de calles con distinta denominación: Rúa do Peregrino, Praza da Igrexa, Rúa Leoncio Cadórniga Carro y Avenida Camilo José Cela. Al final de ésta última, el peregrino puede elegir continuar hasta Sarria por dos variantes, por A Balsa-San Xil o por Samos.

La estructura longitudinal del núcleo de Triacastela se completa con la Avenida de Castilla (carretera LU-633), situada a la derecha, y con el Camino de Suavila, situado a la izquierda.

Además, las tres vías principales están interconectadas entre sí por numerosas calles estrechas y de pequeño recorrido conocidas con el nombre de VIELAS.

A continuación de este panel, sito en la Rúa do Peregrino, se encuentra la Praza da Igrexa, pequeño espacio urbanístico que se abre a la izquierda para alojar en el fondo a la iglesia parroquial de Santiago de Triacastela y su cementerio. A través de la pequeña calle de nombre Viela da Igrexa, se accede al Camiño de Suavila, no sin antes pasar junto al mosaico del artista sarriano José Díaz Fuentes.
 
 
CAMINO DE SANTIAGO EN TRIACASTELA
 
TRIACASTELA: DOS VARIANTES EN EL CAMINO
En Triacastela el peregrino puede elegir dos variantes en el Camino para llegar hasta Sarria.
  • Hacia el noreste (bifurcación de la derecha) sigue el que posiblemente era el Camino más transitado, que pasa por A Balsa y San Xil.
  • Hacia el oeste (bifurcación de la izquierda) sigue un Camino alternativo que tendría como objetivo principal la visita al monasterio de Samos.
En el Liber sancti Iacobi se propone la variante de Balsa-San Xil, que no pasa por Samos, ya que ello supone un ligero rodeo. En todo caso, ambos tramos son hermosos ya que combinan el atractivo del paisaje con pequeños núcleos rurales de arquitectura tradicional.
Inmediatamente por detrás de este panel, se observa un ejemplar de nogal centenario enraizado directamente sobre la roca; e inmediatamente por detrás y al fondo se sitúa la Casa da Ponte, antigua herrería del siglo XVI, que también fue mesón de peregrinos, y situada al mismo pie de la calle Camiño Vello.